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Actualizado: Martes, Junio 11, 2024
   
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ANAQUEL DE TEMAS PUBLICADOS

 
ALMA GEMELA
 
 

En este momento de la noche el Lago de los Cisnes de Chaicovski suena en mi habitación con su excepcional belleza sonora.

El día es un concepto relativo que está dentro del ser humano y no fuera de él... Todas las virtudes y todos los egoísmos se desenvuelven en el interior del individuo para salir fuera de él creando los segundos, los minutos... y, en definitiva, el tiempo compartido. Aquel concepto de que el tiempo empezó, para nuestro Universo, en un recodo del infinito cuando el Big Bang expectoró toda su flema existencial, es un mero detalle sin trascendencia que nadie ve como parte suya por su enormidad y extrema lentitud.

¿Dónde empezó la vida humana? En todo este trayecto de rotaciones interestelares, ¿dónde nacieron los sentimientos humanos? ¿Qué significado tiene un sentimiento humano en la inmensidad del tiempo o en la simpleza de un instante?

Hablamos de la recurrencia del tiempo, de la recurrencia del espacio, de la recurrencia de la vida, con tanta simpleza como si de verdad lo supiéramos o lo hubiéramos vivido en su integridad o en una de sus pequeñeces reales... ¿Reales? ¿Qué significa real cuando el mundo entero es un simple sueño, una circunstancia pequeña en medio de otras numerosas circunstancias, un “fotograma” de cada individuo que se desenvuelve en medio de los "fotogramas" de millones de otros individuos? Fotogramas inmersos dentro del gran evento del Universo. Del gran sueño del Universo.

He aquí la vida nuestra, la vida humana como la conocemos, que no recuerda nada de antes de su nacimiento en este planeta y se va sin recuerdos porque simplemente no los guarda dentro de sí de manera objetiva y consciente.

De repente sentimos que hemos nacido en este mundo. Sentimos que nuestros cerebros humanos se van llenando con la información que vamos recibiendo de nuestro entorno, primero del cercano y luego del lejano. Crecemos alimentando nuestros cerebros de datos y más dato. De lo primero que empezamos a darnos cuenta es que esos gigantes que están a nuestro lado son nuestros padres de esta vida, luego conocemos a otras personas que pueden ser nuestros familiares, los amigos, los vecinos, y todo el mundo con todas sus cosas. Crecemos. La vida humana crece en edad biológica, emocional, psicológica, etc. de repente sentimos un llamado intenso, muy diferente a otros de los que está hecha nuestra vida emocional, que llamamos amor por una persona especial del sexo opuesto.

En este momento hablamos del "alma gemela", de nuestro complemento, de nuestra pareja, y de tantos otros nombres que hemos urdido románticamente para ello.

La ciencia habla de aquella primera célula que surgió en los inicios de la vida del planeta y se dividió en dos y luego cada una de estas en otras dos y así sucesivamente. Dice también la ciencia que este proceso se sucedió por simple azar... y cuya ceguera existencial condujo a la creación de seres pluricelulares... concluyendo con los seres de sexos separados. ¡Ah, historia, sal de aquí, porque no teneis un sustento convincente!

Los libros sagrados hablan de un Edén y de una pareja creada para convivir permanentemente, con una felicidad absoluta. De esta pareja, sabemos que desobedeció y esto fue el inicio de todos sus pesares venideros. ¿Se debe aceptar esto simplemente porque sí?

¿Con qué conceptos me quedo? ¿Con aquella, la de la ciencia con toda su crudeza, cuyas afirmaciones son verdaderas un día y al siguiente ya no? ¿Con aquella donde prima la razón y la comprobación relativa pues siempre hay un más adelante...? ¿O me quedo, con los conceptos edénicos cuyo simbolismo estremece los estratos más profundos de la intuición?

Somos seres cuya complejidad física y psíquica es conocida mínimamente por la ciencia y ella no puede determinar exactamente el porqué de esta complejidad humana. Pese a sus grandes logros en muchos aspectos, la ciencia no sabe de qué manera la parte física se unió o consiguió una parte psíquica. ¡Y esta parte, la psíquica, es aquella trascendente que nos da conciencia y nos hace sentir vivos!

¿De dónde viene la parte psíquica humana? Con esto no estoy diciendo que las demás criaturas de la variedad de especies con las que compartimos este mundo, y la materia inerte, no tengan una parte psíquica, no. ¿Cómo hace un niño para conseguir una parte psíquica? ¿Cómo dos células generatrices colocan una parte psíquica en un ser humano y en qué momento? ¿Lo inerte puede conseguir una parte psíquica así porqué sí?

Algunos afirmamos que la parte psíquica nuestra se extingue cuando muere el cuerpo físico, que desaparece de manera absoluta. ¿Cómo lo sabemos? ¿De qué manera nos llegó este concepto? ¿Es cierto esto? ¿Lo hemos comprobado? No quiero ahondar por este lado, que sin duda con sus conceptos podríamos llenar muchos tomos, una literatura llena de discusiones que nos adentre en un callejón sin salida.

Otros, decimos que la parte psíquica nuestra es inmortal. ¿Cómo lo sabemos? ¿De qué manera nos llegó este concepto? ¿Es cierto esto? ¿Lo hemos comprobado? Tomaré este camino porque es más convincente y además la experiencia propia de poseer un mundo psicológico lo amerita.

¿Es que la parte psíquica tiene una memoria muy larga como para injerir más allá del tiempo y del espacio y dejar all, en sus sutiles recodos, algunos hitos de recuerdos para retomarlos después? ¿Por qué no recordamos nada de una vida anterior y no llevamos recuerdos para una vida posterior? ¿No recordamos nada porque al nacer recibimos un cerebro nuevo, sin datos? ¿Es que existen factores desconocidos que obnubilan nuestro recuerdo? ¿Qué impide nuestros recuerdos?

Si la parte física es transitoria y la parte psíquica es permanente, tendremos que afirmar que en esta parte está el problema nuestro. El problema está en lo psíquico. Hay trabas, defectos en lo psíquico que impiden recordar. Tenemos problemas psíquicos, problemas psicológicos. Tenemos defectos en nuestra psicología que obnubilan nuestro recuerdo. Lo humano tiene defectos psicológicos que nublan su conciencia del pasado y también olvidarán los del presente, los de esta vida.

¿De qué forma los defectos psicológicos nos hacen olvidar de nuestra real existencia? ¿De qué manera los defectos psicológicos influyen tanto que pueden aislarnos de la plenitud de la vida? Pero... ¿es posible reconocer estos defectos psicológicos en nuestro mundo psíquico? ¿Es posible distinguir estos defectos psicológicos como un objeto cualquiera para poder estudiarlo? Que yo sepa, ¡todo lo que existe puede ser estudiado...! ¡Lo psíquico existe y puede ser estudiado!

¡Ah, defectos psicológicos que impiden recordar lo pasado! ¡Ah, defectos psicológicos que vivís y morís en el tiempo! Pasado presente y futuro ¡sois un sueño inmenso! Pasado presente y futuro construido por los defectos psicológicos humanos. El paraíso perdido.

¿Será posible que una simple ira, pues este es un defecto de la psiquis, puede ser parte de nuestros olvidos? ¿Qué sabemos de la ira? ¿Cómo afecta la ira en nuestros recuerdos? ¿Qué diferencia hay entre una ira sutil y otra grosera, entre una ira insipiente y otra enorme?
En nuestro mundo interior no solamente existe ira, sino que un montón enorme de otros defectos psicológicos. Cosas defectuosas agregadas a nuestra psiquis. Agregados psicológicos cuya realidad y cantidad es nada o poco definible para una persona no avisada. Es simple comprobar que no todas las personas tienen una densidad semejante en cuanto a olvidos se trata. Más denso el olvido, más defectos. Más pesado el olvido, más robustos los defectos. He aquí a determinada persona con cierta densidad liviana de olvidos y he allí a otra con una densidad espantosa, ¿acaso estas dos personas llegarán a comprenderse? La cantidad de sus olvidos impedirá que estas dos personas se toleren aunque estas hayan sido en otro tiempo muy amigos o algo más que esto, se rechazarán mutuamente, el mundo psicológico de las personas nunca es la misma siempre está cambiando. Es obvio que para que estas personas congenien tienen que tener una misma cantidad de olvidos.

El alma gemela ¿no es acaso una reunión exacta de dos individuos, hombre y mujer, con características semejantes y que se complementan en algún punto matemático del tiempo y del espacio? ¡Sin olvidos, serían unos dioses! ¡Sin olvidos lo recordarían todo! No habría separación.

 
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La naturaleza, en sí, es nuestra propia naturaleza. Todo lo que vemos en nuestro entorno cercano y en el lejano, lo tenemos dentro nuestro. Sí en nuestro interior hay miedos y dolores, allá afuera, pondremos de nuestra parte destrucción y muerte. Un interior lleno de amor y cordura, entregará paz y salud.
 
Cada acontecimiento nuestro no es otra cosa que Filosofía que se escribe constantemente gracias a aquella fuerza permananente que nos empuja a actuar, fuerza a la que llamamos vida. Todo lo colocado sobre la superficie del planeta en que vivimos actúa de acuerdo a las lineas escritas desde un principio por la genial mano de la vida. Además, podemos añadir, aquí en este libro de la vida, algunos versos propios, versos que pueden fluir líbremente como el agua; allá calmará la sed o se convertirá en la atmósfera que respirarán otros seres vivos. Es posible desmenuzar estos versos, pulverizarlos en pigmentos y con ellos untar sublimes telas.
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